Puebla sin anuncios

En este espacio propongo algo sencillo: quitar todos los anuncios, toda la publicidad de las calles de Puebla.

Alrededor de esta propuesta hay una idea de ciudad, de lo que quisiera que fuera esta ciudad en la que nací y vivo. Estoy recabando textos, ideas e imágenes para pensar con otros la ciudad. Lo que debiera ser una ciudad. Lo que queremos que sea Puebla y lo que no queremos para ella.

Hay mucho qué decir, anímate: decirlo ya es hacerlo real.


Escribe tus comentarios directamente en cada texto del blog.

Si tienes un texto que quisieras publicar en el blog mándamelo y lo subo de inmediato. Sólo que de plano a mi juicio no venga al caso no lo subiré. De otra manera aquí lo verás, digas lo que digas.



Si quieres comunicarte directamente conmigo mi dirección de correo es escalera@profetica.com.mx


José Luis Escalera



sábado, 31 de enero de 2009

El anzuelo del consumo

Hemos perdido la noción de la felicidad y los medios para conseguirla desde el momento en que mordimos el anzuelo del consumo. Pensamos que la felicidad viene de fuera a dentro, que comprando coches y relojes seremos felices: es un error.
Las cosas no nos hacen felices, sino el espíritu con que se usan. La felicidad no viene desde fuera sino que va de dentro a fuera, sale del corazón hacia las cosas.

domingo, 25 de enero de 2009

Ciudadanos vs consumidores

Antes me gustaba Puebla, la gozaba y hasta la presumía. Pero Puebla y yo cambiamos con lo que de algunos años a la fecha la relación se ha vuelto de frustración, desencanto y desesperación. Ya se sabe que los occidentales tendemos a recordar el pasado idealizándolo bajo la luz dorada de la nostalgia. Es seguro que esta no será la excepción. Sin embargo en Puebla el recuento de daños confirma que mi desencanto no solamente es causado por el contraste entre lo que veo hoy y lo que recuerdo de mi infancia sino la constatación de lo fea que hoy en día es Puebla. Esto cada día me pesa más y empieza a dolerme.

La conocida impericia, el mal gusto, el amor por el dinero ajeno y el inefable espíritu arribista de nuestros políticos profesionales explican en parte el deterioro pero el tema me angustia hasta el dolor cuando veo que se trata de un fenómeno más profundo y propio de este cambio de época que nos toco vivir no sólo en Puebla sino en muchas zonas de la aldea global, así las tercermundistas sean las que lleven la peor parte.

Digamos que la ciudad pasó de ser el lugar donde aprendemos, crecemos, trabajamos y jugamos a ser el espacio donde consumimos. La ciudad como tienda contra la ciudad como casa. El individualismo consumista actual se gestó en la mente del habitante de la ciudad ilustrada del siglo XVIII pero no llegó a los extremos de indiferencia, distancia y aislamiento de hoy hasta que la abundancia de la sociedad industrial no necesitara reforzarlo con lo que se conoce como consumismo, esa práctica omnipresente y odiosa que de unos años a la fecha parece venir ya inscrita en nuestro código genético y que nos condena a ver la vida bajo el único prisma del tener y del comprar, convenciéndonos que la propiedad confiere categoría y la riqueza es fuente única de virtud. La nueva ciudad consumista tiene sus grandes aliados, la televisión uno de los más eficaces. La TV desde los años sesenta nos viene diciendo de manera insistente: compra, la vida es un acumulado de cosas, acciones y experiencias que debes consumir. Andar en bicicleta cuando niño y hacer el crucero a la Patagonia cuando tus bodas de oro, toda tu vida está llena de oportunidades de consumo, no las desperdicies. Origen y fin, productor de sentido, paz y serenidad, comprar será el único mandamiento fielmente seguido por las grandes mayorías de la sociedad contemporánea. Así como la iglesia católica se preciaba de acompañarnos con un sacramento para cada momento clave de nuestra vida –nacimiento, desarrollo, elección de pareja, enfermedad y muerte, todos ellos inmersos en la omnipresente culpa- el consumismo se instala en nuestra cotidianeidad y no nos deja ni tomar un café sin convertirlo en una experiencia según la moda del momento. Todo pasa ya por el consumo y está codificado por estilos de vida que imitamos voluntaria y gozosamente para adquirir una identidad y pertenecer. De la filosofía que consagra la duda como método de conocimiento (yo solo se que no se nada) pasamos a los slogans de un marketing lleno de certezas vacías (soy totalmente palacio).

Padeciendo de “ansiedad por el estatus” vivimos una opulenta pero precaria vida dentro de un nicho de mercado buscando ascender a segmentos más envidiados del territorio VIP que nos tocó habitar y del que tememos ser expulsados como si del paraíso se tratara.

Este brutal cambio de paradigma llevado a lo que conocemos como ciudad me parece que explica algunas atrocidades ocurridas en la poblana, desde los anuncios espectaculares que refuerzan y consolidan la idea de la ciudad como gran centro comercial hasta la inexistencia de parques y espacios públicos que harían posible los encuentros significativos entre personas que prefieren conversar, aprender y jugar en comunidad que llegar a su casa a sentarse pasivamente en silencio y solitario a ver lo que la televisión tiene que venderles hoy.

domingo, 11 de enero de 2009

Documental "Una ciudad espectacular. La contaminación visual en Puebla por los anuncios espectaculares"

Acabo de ver este documental sobre la contaminación visual en Puebla. Ojalá lo vea mucha gente. Se ve horrible la ciudad, las imágenes en movimiento dan cuenta con más contundencia del horror. Ojalá ayude a sensibilizarnos, a recuperar nuestra capacidad de asombro, nuestra capaciad de sentir asco. Y nos propongamos en serio quitar los anuncios espectaculares. Todos.

El documental no está disponible todavía. Entiendo que no se ha exhibido aún públicamente. Yo lo vi gracias a la complicidad y generosidad de Madeleine Bondy, quien me pidió que no lo publicara acá, por lo que me aguanto las ganas, espero que no por mucho tiempo.

Cuando puedan cómprenla o consíganla. Véanla y rólenla y corran la voz. Que la vean muchos. Vale la pena.

El documental se llama " Una ciudad espectacular. La contaminación visual en Puebla por los anuncios espectaculares" UDLAP, Puebla, 2008.

Idea original: Madeleine Bondy
dirección: Nahayely Jahuey
producción: Jesús Olmos
fotografía y edición: Miguel Angel Jiménez
postproducción de audio: Adalberto Córdoba
música original: Ricardo Castillo
coordinación académica: Miguel Lavandeira

sábado, 3 de enero de 2009

Subrayados de "La otra voz"

Casualmente me encuentro un librito que compré y leí hace casi veinte años: "La otra voz" de Octavio Paz. El ensayo que le da título cierra el libro y resume muchas ideas encontradas a lo largo de los demás ensayos que lo integran. Sorprende la vigencia de las ideas, por lo que transcribo algunos subrayados que espero animen a algún lector de este blog a leer el libro completo, que por supuesto recomiendo mucho:

"... hoy las artes y la literatura se exponen a un peligro distinto: no las amenaza una doctrina o un partido polìtico omnisciente sino un proceso económico sin rostro, sin alma y sin dirección. El mercado es circular, impersonal, imparcial e inflexible... es ciego y es sordo, no ama a la literatura ni al riesgo, no sabe ni puede escoger. Su censura no es ideológica: no tiene ideas. Sabe de precios, no de valores."

"...¿cómo ignorar o minimizar otros deplorables aspectos de la sociedad de consumo? La abundancia no ha hecho ni más buenos ni más sabios ni más felices a los europeos y a los norteamericanos..."

"...los programas de los escritores socialistas y libertarios fueron muchas veces ingenuos y simplistas; otras, brutales y despóticos. No obstante, ni las carencias, lagunas, errores y excesos de esos programas, ni su colosal fracaso histórico, invalidan la legitimidad de las preguntas que esos hombres se hicieron..."

"...sólo la fraternidad puede disipar la pesadilla circular del mercado..."

"A la luz de estas ideas, o más bien, esperanzas, la pregunta del principio -¿quiénes leen libros de poemas?- adquiere su verdadero sentido. En el pasado, los lectores de poemas pertenecían a las clases dirigentes: ciudadanos griegos, patricios y caballeros romanos, clérigos medievales, cortesanos de la edad barroca, intelectuales de la burguesía... en la edad moderna sobreviene el gran cambio: desde el romanticismo, los lectores de oemsas han sido, como los poetas mismos, los solitarios y los inconformes. Poetas y lectores burgueses pero rebeldes a su origen, su clase y la moral de su mundo. Ésta es una de las glorias más ciertas de la burguesía, la clase social que tomó el poder con el arma del pensamiento crítico y que no ha dejado de usarlo para analizarse a sí misma y a sus obras..."

"Poesía: piedra de escándalo de la modernidad"

"Entre la revolución y la religión, la poesía es la otra voz. Su voz es otra porque es la voz de las pasiones y las visiones; es de otro mundo y es de este mundo, es antigua y es de hoy mismo, antigüedad sin fechas..."

"En un mundo regido por la lógica del mercado la poesía es una actividad de rendimiento nulo. Sus productos son escasamente vendibles y poco útiles. Para la mente moderna, la poesía es energía, tiempo y talento convertidos en objetos superfluos. Poema: forma verbal de poca utilidad y vil precio. Poesía: gasto, dispendio, desperdicio... la poesía también es cosa pero es muy poca cosa: está hecha de palabras, una bocanada de aire que no ocupa lugar en el espacio..."

"... la discordia entre poesía y modernidad no es accidental sino consubstancial..."

"La otra voz no es la de ultratumba: es la del hombre que está dormido en el fondo de cada hombre."

"Más allá de la suerte que el porvenir reserve a los hombres, algo me parece evidente: la institución del mercado, ahora en su apogeo, está condenada a cambiar. No es eterna."

"... ocurra lo que ocurra, es claro que el inmenso, estúpido y suicida derroche de los recursos naturales tiene que cesar pronto..."

"... ninguna civilización había estado regida por una fatalidad tan ciega, mecánica y destructiva."

"¿Qué puede decir la otra voz?: sugerir, inspirar e insinuar. No demostrar sino mostrar."

"En el lenguaje se reproducen las luchas y las uniones, los amores y las separaciones de los astros y de las células, de los átomos y de los hombres. Cada poema, cualquiera que sea su tema, su forma y las ideas que lo informan, es ante todo y sobre todo un pequeño cosmos animado."

"...el poema es un modelo de lo que podría ser la sociedad humana"

"La poesía es el antídoto de la técnica y del mercado."

"Si el hombre olvidase a la poesía, se olvidaría de sí mismo. Regresaría al caos original."



Todas la citas son de 

- Paz, Octavio,  La otra voz. Poesía y fin de siglo, Seix Barral, México, 1990.