El bloguero retoma la palabra y pide comparar la discreción de este anuncio de Oxxo ubicado en una avenida cualquiera de Guadalajara con los que vemos en Puebla casi en cada esquina de la misma cadena de tiendas. Si me preguntan, yo también quitaría los de Guadalajara pero al menos se ve que allá las leyes y reglamentos atienden un poco más al interés de los habitantes y no solamente de los anunciantes. La diferencia está no solo en las leyes y reglamentos -la famosa normatividad- sino a los encargados de cumplirla y hacerla cumplir. Y ahí sospecho que la diferencia es más o menos la misma que los 10 metros que separan a este anuncio del Oxxo con los que vemos en Puebla.
Mismo país, misma tienda, mismo anuncio. Diferentes autoridades. Por ahí va la cosa.
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