"Es un tiempo de espejos, o de espejos falsos que reflejan el vacío, el tiempo publicitario que atonta y distrae, el tiempo en el que se enseña al consumidor a olvidarse de su propia persona y a convertirse en otro, en alguien que identifica lo deseado con lo superficial, lo inútil, lo estéril. Es el tiempo que quieren imponernos los sabios encantadores del mundo del comercio."
Alberto Manguel, La ciudad de las palabras
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