Puebla sin anuncios

En este espacio propongo algo sencillo: quitar todos los anuncios, toda la publicidad de las calles de Puebla.

Alrededor de esta propuesta hay una idea de ciudad, de lo que quisiera que fuera esta ciudad en la que nací y vivo. Estoy recabando textos, ideas e imágenes para pensar con otros la ciudad. Lo que debiera ser una ciudad. Lo que queremos que sea Puebla y lo que no queremos para ella.

Hay mucho qué decir, anímate: decirlo ya es hacerlo real.


Escribe tus comentarios directamente en cada texto del blog.

Si tienes un texto que quisieras publicar en el blog mándamelo y lo subo de inmediato. Sólo que de plano a mi juicio no venga al caso no lo subiré. De otra manera aquí lo verás, digas lo que digas.



Si quieres comunicarte directamente conmigo mi dirección de correo es escalera@profetica.com.mx


José Luis Escalera



sábado, 5 de abril de 2008

¡También las Universidades!




Las universidades transmiten y generan conocimiento para que sus estudiantes no sólo aprendan a ver el mundo y desarrollen habilidades para vivir en él y mejorarlo, sino que les proponen mejores modos de relación y convivencia con su entorno.

El bloguero señala aquí dos contraejemplos -en este caso de la UPAEP, pero es evidente que todas las universidades de la ciudad lo hacen- que a su juicio contradicen el párrafo anterior y, mucho más grave, sus propios idearios.






2 comentarios:

Anónimo dijo...

Además son fantásticas las enormes fotos de la UPAEP en su sede central: son cinco grandes fotos, y para que veamos cuán multiculturales, globales, cosmopolitas, políglotas, cool y nice son, le piden a un profesor o alumno negro que salga en tres (o cuatro) de ellas, y que en otra salga con una persona de raza oriental. Total, llega un marciano a Puebla, ve esas fotos y piensa que llegó a Alamaba State University. Cuánto candor, dios mío.

José Luis Escalera dijo...

Si además el profesor negro vino a dar una conferencia, le hicieron las fotos y se marchó luego, peor aún.

Si un marciano llegara a Puebla tanto se asustaría que se regresaría de inmediato. Lo malo es que no por fuerza los marcianos vendrían con intenciones belicosas o de conquista, ésa proyección solo puede ser de los terrícolas, gandallas que somos, y entonces de algo nos perderíamos con la partida del visitante rojo.